Sigo tan ilusionada como el primer día y me sorprende con que poco me puedes hacer feliz, me haces sentir especial, como si solo existiéramos tú y yo. Si nada es para siempre, quiero que seas mi nada. Prométeme que mañana me querrás más que hoy, que seré en quien pensarás día y noche, que todos tus ‘ te quiero’ serán solo para mí, y que nunca me vas a dejar sola. Prométeme que me besarás solo a mí y que serás solo mío. Prométeme que cada vez que caiga, tu estarás ahí para ayudarme a levantarme, y en el caso de que la caída sea inevitable, prométeme que estará ahí para curarme las heridas; que nunca olvidarás cada momento que vivamos y que estarás a mi lado siempre.